viernes, 8 de abril de 2011

Abstracción lírica

Abstracción lírica

Cronológicamente, el lituano Mikalojus Konstantinas Čiurlionis está considerado, por sus composiciones no figurativas fechadas en 1904, como el primer pintor abstracto. Pero la abstracción como un estilo moderno internacional, coherente, vio sus verdaderas bases establecidas por Vasili Kandinski. Su obra ilustra la llamada abstracción lírica. Llegó, entre 1910 y 1912, a una abstracción impregnada de sentimiento, idealmente representativa de las aspiraciones de los artistas del grupo expresionista de Múnich Der Blaue Reiter, del que él mismo formaba parte. A partir de 1912, casi todos los artistas europeos hicieron experimentos en esta línea.
Para el año 1911 se habían creado muchas obras experimentales que buscaban el «arte puro». En Francia, Robert Delaunay elaboró, desde 1912, a partir de las teorías de Chevreul sobre el contraste simultáneo de los colores, sus Ventanas y sus primeras Formas circulares cósmicas abstractas, mientras que Frank Kupka exponía en el Salón de Otoño de 1912 Amorfa, fuga de dos colores y en 1913 Planos verticales azules y rojos. En 1913 el poeta Guillaume Appollinaire llamó orfismo a la obra de Robert y Sonia Delaunay. Lo definió como el arte de pintar nuevas estructuras a partir de elementos que no han sido tomados prestados de la esfera visual, sino que habían sido creados totalmente por el artista... es arte puro.
En la misma época, en Rusia, Mijaíl Larionov y Natalia Goncharova llevaron hasta la abstracción pura su método de transcripción del fenómeno luminoso, al que denominaron rayonismo (Luchizm). Sus dibujos usaban líneas como rayos de luz para hacer una construcción. Muchos de los artistas abstractos en Rusia se convirtieron en constructivistas creyendo que el arte no era ya nunca más algo remoto, sino la vida misma. El artista debía convertirse en un técnico, aprendiendo a usar las herramientas y materiales de producción moderna. ¡El arte a la vida! era el eslógan de Vladímir Tatlin, y de todos los futuros constructivistas. Varvara Stepánova y Alexandre Exter y otros abandonaron la pintura de caballete y pusieron sus energías en el diseño para teatros y la obra gráfica.
Kasimir Malevich completó su primera obra enteramente abstracta, la suprematista, Cuadrado negro en 1915. Otro miembro del grupo suprematista, Liubov Popova, creó las Construcciones Arquitectónicas y Construcciones de Fuerza Espacial entre 1916 y 1921. Malévich, Anton Pevsner y Naum Gabo argumentaban que el arte era esencialmente una actividad espiritual; para crear el lugar del individuo en el mundo, no para organizar la vida en un sentido materialista y práctico. Muchos de aquellos que eran hostiles a la idea de producción materialista del arte abandonaron Rusia. Anton Pevsner fue a Francia, Gabo marchó primero a Berlín, luego a Inglaterra y al final a los Estados Unidos. Kandinski estudió en Moscú luego se marchó a la Bauhaus. A mediados de los años veinte el período revolucionario (de 1917 a 1921) cuando artistas habían sido libres de experimentar, estaba acabado; y para los años treinta sólo estaba permitido el arte del realismo social.[6]
 Otras Abstracciones
Piet Mondrian fue evolucionando su lenguaje abstracto, de líneas horizontales y verticales con rectángulos de color, entre 1915 y 1919, el neoplasticismo fue la estética que Mondrian, Theo van Doesburg y otros del grupo De Stijl pretendían reformar el medio del futuro. En Italia el futurismo, mezclado con la influencia Bauhaus, guió el camino hacia un arte abstracto con una paleta de color distintivamente cálida como en las obras de Manlio Rho y Mario Radice.[7]
En el período de entreguerras (1918-1939), Theo van Doesburg, después de haber sido uno de los principales defensores del neoplasticismo, renovó de manera decisiva el arte abstracto al mantener que la creación artística sólo debía estar sometida a reglas controlables y lógicas, excluyendo así cualquier subjetividad.
El manifiesto del arte concreto, que publicó en París en 1931, dio lugar a la tendencia del mismo nombre que tuvo un gran desarrollo en Suiza con Max Bill y de Richard Paul Lose, en Francia con François Morellet, y en todas las formas de arte sistemático nacidas después de la guerra. Estas tendencias entraron entonces en competencia con las diversas corrientes tachistas y gestuales (Jean Bazaine, Alfred Manessier, Pierre Soulages y Georges Mathieu, entre otros) que el crítico Michel Tapié reagrupó bajo la denominación de arte informal.
La tradición abstracta conoció un importante renacer en Estados Unidos a partir de finales de la década de 1940 con la Action Painting (Jackson Pollock, Willem de Kooning, Franz Kline) y con la Colour-Field Painting (Barnett Newman, Mark Rothko, Clyfford Still).
Estas tendencias fueron desbancadas a partir de 1960 por la aparición del arte minimalista, que marcó un nuevo periodo de interés por la geometría y la estructura mientras que en Europa y Latinoamérica el Op Art y el arte cinético conocían sus horas de gloria (Yaacov Agam, Jesús Soto, Carlos Cruz-Díez, Víctor Vasarely, Nicolas Schöfer y Bridget Riley, entre otros).
El final de la década de 1960 vivió el desarrollo de una abstracción centrada en el análisis de sus propios componentes, con los grupos BMPT y Support(s)-Surface(s) en Francia, o bien orientada hacia los problemas de definición de la naturaleza de la imagen con Sigmar Polke y Gerhard Richter en Alemania. Las tendencias a la vez neoexpresionistas y neogeométricas que se pusieron de manifiesto durante la década de 1980 mostraron un nuevo periodo de interés por la abstracción, que siguen adoptando numerosos artistas inspirados por las más variadas motivaciones.
 Pintores y artistas abstractos
Véase también

No hay comentarios:

Publicar un comentario